viernes, 30 de septiembre de 2011

La fábrica de los sueños


Rodaje del cuento de navidad de LAE en Riga, Letonia. Grey

jueves, 29 de septiembre de 2011

Tu isla

Septiembre 2011, Gran Canaria.

"Cuando tienes una hora más de felicidad, los buenos momentos se hacen interminables. Al despertarte puedes decir: ¡una hora y cinco minutos más! Tardas más en abrir los regalos y los abrazos se hacen eternos. Cuando la felicidad dura una hora más, todos los besos son como el primero y las estrellas y las miradas dejan de ser fugaces. Con una hora más de felicidad, las palabras se las sigue llevando el viento, pero un poco más tarde. Los libros tienen más páginas, los paseos son más largos y las canciones duran 63 minutos. Cuando la felicidad dura una hora más, tienes más tiempo para colocarte en las fotos, más minutos para empatar y más segundos para sonreír".

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Ven

"Leí una vez un estudio que explicaba que el corazón de una persona no para de latir a toda velocidad desde que entra en un aeropuerto.
Y esa aceleración es debida a las...Prisas por encontrar el mostrador de facturación, por facturar lo deseado o no facturar absolutamente nada y que te obliguen a facturarlo todo, por obtener el asiento perfecto, por pasar el control de seguridad, por embarcar más rápido, por poder colocar las maletas de mano en el avión y que no te las envíen a la bodega, por el nerviosismo del despegue, por aquellos instantes de turbulencias, por el miedo al aterrizaje, por salir rápidamente del avión, por encontrar la cinta de equipajes, por marcharte del aeropuerto y por llegar a tu destino final.
Lo increíble del estudio es que lo que menos altera las pulsaciones es el viaje en avión propiamente dicho, y lo que más, el colocar la maleta de mano. La importancia de que nuestra posesión esté segura cerca de nosotros. Y lo ideal, como siempre, es que resida encima de nuestra cabeza.
El ser humano es extraño y complejo." 
A. Espinosa

lunes, 19 de septiembre de 2011

viernes, 16 de septiembre de 2011

Tal vez lo que me hace grande es tenerte delante otra vez

No hay colisión, ni ley, ni gravedad que te pueda hacer caer...aunque tiren a dar.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Encuentros y amores

"Cuando hablamos de cruces y comienzos también hablamos de romances. Decía Ismael que en Madrid la gente está dispuesta a mentir por un trozo de calor, y reza por quedarse atrapada en el ascensor con alguien especial. Cada uno vive el amor a su manera". 
Partitura de Madrid.

martes, 13 de septiembre de 2011

48 horas

Esta vez nos despedimos a lo grande.


sábado, 10 de septiembre de 2011

domingo, 4 de septiembre de 2011

Macondo

"La historia de Cien años de soledad me estuvo dando vueltas en la cabeza unos quince años. Pero no encontraba el tono que me la hiciera creíble a mí mismo. Un día, yendo para Acapulco con Mercedes y los niños, tuve la revelación: debía contar la historia como mi abuela contaba las suyas, partiendo de aquella tarde en que el niño es llevado por su padre para conocer el hielo...
Sin Mercedes no habría llegado a escribir el libro. Ella se hizo cargo de la situación. Yo había comprado meses atrás un automóvil. Lo empeñé y le dí a ella la plata calculando que nos alcanzaría para vivir unos seis meses. Pero yo duré año y medio escribiendo el libro. Cuando el dinero se acabó, ella no me dijo nada. Logró, no sé, cómo, que el carnicero le fiara la carne, el panadero el pan y que el dueño del apartamento nos esperara nueve meses para pagarle el alquiler. Se ocupó de todo sin que yo lo supiera: inclusive de traerme cada cierto tiempo quinientas hojas de papel. Nunca faltaron aquellas quinientas hojas.

Fue ella la que, una vez terminado el libro, puso el manuscrito en el correo para enviárselo a la Editorial Sudamericana...". Llevó el manuscrito al correo mientras pensaba: " ¿Y si después de todo resulta que la novela es mala?".

G. G. Márquez