"Servanda Tejón Suárez amaba tanto España que hasta la eligió para morir. Durante toda su vida fue un ejemplo a seguir. Todos los que la conocieron en Bruselas, ciudad a la que emigró desde Felechosa en 1920, la admiraron alguna vez.
El reconocimiento a Servanda no le vino solo. Tejón Suárez fue una de las primeras emigrantes asturianas en Bélgica y allí se convirtió en la madre coraje de muchos de los españoles que, con problemas políticos o económicos, llegaban al país. Su fonda, Casa Servanda, era el «consulado» extraoficial en suelo belga. Cientos de compatriotas recibieron su ayuda desde allí, entre ellos nombres conocidos como Indalecio Prieto y Belarmino Tomás.
El café, que también era restaurante y pensión, se abrió en 1952. «Siempre estaba lleno de gente» y España era el asunto central de las tertulias. Conversaciones, lloros, cantos y hasta amores se fraguaron en Casa Servanda".
Dos generaciones después, nos reencontramos con usted y con su historia. Le alegrará saber que su nieta mantiene la tradición familiar y que nuestro viaje permanecerá imborrable gracias a esa admiración que a usted siempre le acompañó y que ahora nosotros le profesamos a ella.
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