Querer a
alguien nos transforma, nos obliga a ser más que
nunca lo que queremos ser, a buscar la mejor versión de uno mismo. A desear ser
perfectos, a querer cumplir nuestras expectativas sobre nosotros mismos. Nos
obliga a evolucionar. A crecer. A hacernos preguntas incómodas. A mirarnos a un
espejo implacable. Una vez más, solos ante el abismo de lo desconocido. Solos
ante nosotros mismos. Solos frente a alguien en quien quieres depositarlo todo.
Frágiles.
Valientes. Asustados. Esperanzados. Inseguros. Osados. Ilusionados. Perfectos.
Plenos.
Iván Ferreiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario